
Cuando en la técnica, la modernidad y la tradición se unen, el resultado es siempre sorprendente. Tenemos la oportunidad de ver coincidir entre las cuatro paredes de la sala del Chusco, estas dos técnicas hermanas, la pintura y la fotografía, tan hermanas cómo sus propios creadores, que lo son de sangre y de espíritu. Miriam con sus macros de texturas, ha conseguido aumentar la realidad hasta unas cotas inimaginables presentando ante nuestros ojos una naturaleza cotidiana pero a la vez desconocida y cargada de belleza. Antonio, con sus habituales obras desdibujadas y distantes, que rozan el recuerdo más que la realidad, que reflejan la impresión que queda en nuestra mente cuando el objeto deseado nos abandonó hace ya demasiado tiempo. Y el resultado de esta unión, de lo preciso y lo impreciso, se llama "Reunidos" y no es otra cosa que la materia el color y la textura de la que están hechos los sueños.
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